ballenas, psicología y realidades incómodas
Lo hemos gastado en infinidad de juegos y lo seguiremos viendo en muchos más. En presencia de lo que muchos consideran excesivo en el precio del cuero Al igual que Overwatch 2, siempre habrá un rama de jugadores que se asegurará de que, si cuestan menos, termine comprándolos todos. ¿No nos hemos transmitido cuenta del negocio o son las grandes empresas las que están perdiendo una mina de oro con su política de precios?
Hay mucho que digerir en las siguientes líneas, pero permítanme dejar de banda las ballenas y la psicología para centrarme en una existencia incómoda. ¿Por qué las máscaras para tu recreo preferido son tan caras? Porque no son para ti ni para mí.
Oye, en existencia podrían estar hechos para ti, pero para quien escribe estas líneas, obviamente no. De hecho, ni siquiera están hechos para aquellos que gastan más de lo que pueden retribuir en máscaras, cosméticos y otros consumibles admitidos. micropagos. Estas situaciones desafortunadas son un azar que rara vez es causado intencionalmente.
El engorroso camino con destino a el éxito de un free-to-play
Qué indagación un sistema de monetización independiente para entretenerse No es costumbre que un mindundi como yo gaste 20 euros al año en una piel. Casi siempre bajo esa mezcla de capricho culpable y la idea de apoyar un recreo que te está dando cien horas de yuxtaposición.
Si adecuadamente es cierto que los 350 millones de jugadores de Fortnite son una extravagancia que convierten esos 20 euros al año en 7.000 millones, si encima apuntamos a juegos de gran éxito como Genshin Impact, la idea de 100 millones al mes parece mucho más temporal, superando incluso la barrera de lo que cualquier hijo de vecino consideraría una fortuna.
Pero no todos los juegos son Impacto Genshinsiquiera es muy popular ver cómo los fenómenos a nivel de Fortnite Salen de debajo de las piedras. Sin bloqueo, la cantidad de juegos gratuitos, especialmente en dispositivos móviles, continúa creciendo, y con números más modestos, está claro que estas personas tienen que estar de poco.
Aunque las cifras varían de un recreo a otro, y los que apoyan su publicidad en él para venderte adquisición de usuarios a menudo se adhieren a porcentajes llamativos, la existencia es que la gran mayoría de los jugadores pasarán por esos juegos sin poner un solo centavo en ellos.
Para aquellos que desinteresadamente comparte esos datos, la existencia es que el 75% de los ingresos de un recreo proviene de una cuarta parte de su colchoneta total de usuarios, y el resto está compuesto principalmente por jugadores gratuitos. El gran memorial, los que muchas veces logran sostener a flote este tipo de juegos, son el 1% de usuarios que deben el 25% restante.
Ballenas, delfines y pececillos
Segregados como animales que podrías atrapar en el océano en constante expansión de los juegos gratuitos, los expertos en monetización a menudo segregan sus grupos de usuarios en pececitos, delfines y ballenas. Si eres uno de los míos, probablemente seas uno de esos pescaditos que no suele vestir en free-to-play y que, solo cuando poco le engancha de verdad, decide volver una pequeña cantidad, aprovechando el mantra de elegir. con la cartera de la que os hablamos unas líneas más.
Un punto por encima de esa escalera estarían los delfines, ese corto rama de usuarios que desafío mes tras mes por el recreo con una media de entre 5 y 10 euros al mes. Son una parte importante del motor del recreo en proyectos como Fortnite o Impacto Genshin en términos de beneficios, pero solo porque la colchoneta de usuarios es lo suficientemente ancho como para marcar la diferencia.
Sin bloqueo, el resto de los juegos gratuitos dependen de las ballenas para sobrevivir. Usuarios que representan un porcentaje muy pequeño del total pero que son capaces de volver miles de euros al año para tener todas las skins, personajes o mejor dicho objetos de su recreo preferido.
Y entre ellos hay usuarios corrientes como tú y yo, pero es obvio terminar haciendo la pinta gorda delante una situación así y lo que a la empresa le importa es que el efectivo nunca deje de impresionar. Las ballenas son en existencia esa clase social a la que pertenece una piel Supervisión parece un pequeño cambio. Esos para los que gastarse cientos de euros en un gachapon es nuestro equivalente a salir a tomar un café. El capricho de una tarde que no afectará si llegas o no a final de mes.
Esas ballenas en forma de actores, deportistas o hijos de jeques dispuestos a gastarse enormes sumas de efectivo para tenerlo todo o estar en el top 1 de un recreo, son la razón por la que, tras Son Goku, el gran añadido en forma de skins para Fortnite Ser uno colaboración con Polo Ralph Lauren. Y a su vez, que una gran marca como esa termine aquí además es el ejemplo consumado de por qué las pieles son tan caras.
La psicología del fasto
Prestigio y estatus social, esta es la razón principal por la que alguno compraría una camiseta de marca en emplazamiento de otra con los mismos acabados. Alterar tu efectivo en cosas caras es a menudo un signo distintivo. La carestia de decirle al mundo quién eres y cuán por encima de ellos estás.
Ser el mejor tahúr de un clan o blanquear los últimos aspectos de un recreo va en la misma recorrido. La diferencia entre las zapatillas de 20€ y las de 200€ no está allá de la dualidad entre no retribuir free-to-play y gastarse 20€ en una skin, y en ese aspecto de exclusividad y fasto que luce el más popular de los mortales. un producto potencial muy caro, es la esencia del precio de las pieles.
Si su precio estuviera al efecto de todos, dejaría de atraer a todos los que lo pagan sin pensarlo. Las marcas viven de eso, de que los que están podridos de efectivo pueden diferenciarse de los demás, y que los que no pertenecen a ese rama pueden parecerles más cercanos. Entregar ese ideal triunfa sobre la calidad del producto, razón por la cual las grandes marcas gastan más en publicidad que en I+D.
Si las skins de videojuegos no bajan de precio es precisamente porque ceñir esa monograma, y hacerla accesible a todos, eliminaría en gran medida lo que las hace ahora mismo atractivo para unos pocos.
La esencia es que, para los dos, a posteriori de todo, es nuestro efectivo y es su negocio, y cada uno de nosotros hacemos con él lo que mejor nos parece. Sobreviviremos sin resistir nuestra muñeca Polo Ralph Lauren de la misma modo que hemos sobrevivido hasta ahora sin resistir Balenciaga. pero eso no parece onda de querer y no poder se detendrá en un futuro próximo.