un point&click inspirado en Lovecraft
The Last Door: un point&click independiente sorprendente desde cero
Nacido de un esquema de Kickstarter, The Last Door ha legado que platicar de él gracias a sus múltiples cualidades y su inequívoca originalidad, en un momento en el que los videojuegos están enraizados en una carrera por la popularidad teñida de ideas recurrentes y de Como se Juega trivializado (no daría Amnesia y Slenderman como ejemplos, oh, en efectividad, lo hago).
Muy inspirado en las obras del popular HP Lovecraft, autor de relatos de terror y ciencia ficción de la primera porción del siglo pasado, por otra parte de Edgar Allan Poe, La última puerta es una alhaja que fascinará tanto a los aficionados al tipo como a los no iniciados. Producido por el estudio gachupin The Game Kitchen, este point&click circunstancial ya cuenta con dos temporadas, el posterior episodio de las cuales, el Capítulo 2, aún se encuentra en traducción Beta. El futuro del serie depende de las donaciones de los jugadores, ya que es completamente vacante y jugable en rasgo o mediante descarga.
[divider]El terror en pixeles[/divider]
The Last Door sorprende en primer oportunidad con su gráficos ultrapixelados hasta caricaturesco. Esto es puro pixel art de devaluación resolución. Sin confiscación, esta imprecisión normal no evita la ámbito muy oscura o incluso espeluznante del serie, e incluso permite que el participante imagine por sí mismo cómo podría ser la cara de tal o cual personaje, que es mucho peor que tener una idea clara y clara. visión distinta. Del mismo modo, distinguimos congruo admisiblemente los muebles viejos, las huellas de mortandad y otros detalles que hacen que la ámbito sea aún más aterradora y opresiva. Por otra parte, el estilo retro está totalmente en consonancia con la trama, que se desarrolla en Gran Bretaña de la lapso de 1890.
El participante encarna a Jéremiah Devitt, obligado a encontrar a sus antiguos compañeros de clase tras admitir una extraña carta, y así sumergirse en su pasado para desenterrar sus secretos más oscuros. Sutil mezcla entre investigativo y sobrenatural, los temas tratados en La última puerta son terriblemente confusos: homicidio, pecado, insensatez, miedos… Todo ello aderezado con personajes misteriosos, lugares embrujados (mansión, cripta, antiguo internado… el total) y una excelente narración que dejan te quedas sin palabras y en un nudo al final de cada episodio/capítulo. Puaj.
[divider]Música, trama, Como se Juega : un combo triunfador [/divider]
Extremadamente simple, el Como se Juega se zócalo en el uso del mouse que le permite a Devitt mover, tomar y usar objetos (incluida la inigualable lupa). La aventura avanza de enigma en enigma, salpicada de pequeñas misiones y diálogos justos e intensos. Sin confiscación, las opciones de respuesta no tienen consecuencias, la historia es rectilíneo (pero eso no me molesta). El participante descubre y ensambla las piezas del rompecabezas al mismo tiempo que el personaje principal.
The Last Door no es muy difícil pero sigue siendo muy absorbente, como una serie de televisión de la que ya no podemos descolgar o como un texto que vamos descubriendo página tras página. Por otra parte, cada episodio comienza con unos títulos de crédito soberbios que marcan la pauta, cuervos y lápidas de apoyo.
The Game Kitchen asimismo ha acertado magistralmente en otro parámetro esencial del serie: La facción sonora. Cada sonido parece efectivo y da escalofríos, como el crujido del parquet, el soplar del derrota, la pizca de agua salpicando el suelo… Pero lo mejor sigue siendo la música compuesta por el espléndido Carlos Viola – de ahí la recomendación de aguantar un auriculares y apaga la luz para envidiar. A veces angustiososuaves, discretas o amenazantes, estas magníficas melodías (a veces mezclando piano, a veces con violín) refuerzan enormemente el universo lovecraftiano del serie. ¡Audición sin moderación a continuación!
[divider]Conclusión[/divider]
La última puerta es una verdaderael choque personal, que recomiendo insistentemente a los amantes de los juegos de aventura que empujan las emociones y hacen pensar. El serie rinde homenaje a los clásicos de los 90 y se siente admisiblemente. Singular de la estética cruda pero muy apreciable, la historia es fascinante y la facción sonora muy trabajada. El participante se ve inmerso en una inquietante investigación en un mundo insalubre realizado de PNJ traumatizados. Lo que nos da un solo deseo: seguir jugando una y otra vez. Por otra parte es infundado, mientras la multitud pregunta…